Biografía de Medardo Ángel Silva
Medardo Ángel Silva (Guayaquil, Ecuador, 8 de junio de 1898 – Guayaquil, 10 de junio de 1919) fue un escritor, poeta, músico y compositor ecuatoriano, considerándose el mayor representante del modernismo en la poesía ecuatoriana, y perteneciente a la llamada Generación decapitada.
Medardo Ángel Silva nació en Guayaquil el 8 de junio de 1898, descendiente de una familia de músicos, su padre fue pianista y afinador de pianos, don Enrique Silva, su madre fue doña Mariana Rodas Moreira. Estudió la primaria en la Filantrópica e inició la secundaria a los 11 años en el Colegio Nacional Vicente Rocafuerte. Debido a distintas circunstancias abandona sus estudios y empieza a trabajar en imprentas, asimismo como profesor secundario. Vivió en la casa de sus padres junto a Ángela Carrión Vallejo, con quien tuvo a su única hija, María Mercedes Cleofé Silva Carrión.
Desde temprana edad escribe versos que envía a periódicos locales, sin embargo, tuvo que esperar algún tiempo ver publicados sus escritos, fue en la revista literaria Juan Montalvo que tiene su primera aparición pública; en adelante su carrera sería imparable, se dio a conocer en los círculos literarios hasta merecer el respeto y la admiración de poetas, escritores, periodistas, entre otros, con los que mantenía amistad y correspondencia.
La poesía no fue el único género literario que Medardo Ángel Silva desarrolló; fue cronista, narrador, editor, crítico, publicista y músico. Sobre esta última, recuerdan sus amigos que interpretaba magníficamente una pianola Playotone ubicada en una habitación del diario El Telégrafo donde trabajaba.
Entre sus obras se encuentran El árbol del bien y del mal editada por él mismo, la novela 'María Jesús' publicada en el folletín de El Telégrafo, ensayos, crónicas de la ciudad de Guayaquil y distintas colaboraciones realizadas que se publicaron en revistas nacionales e internacionales como "La idea, Vida intelectual y Caricatura de Quito; Helios, La pluma, Variedades, Anarkos, Ciencias y letras, Melpómene, Juveniles, Ariel, La ilustración de Guayaquil"; 'Colónida' de Lima, 'Nosotros' de Buenos Aires, 'Cervantes' de Madrid, etc. También fue director de las revistas Ateneo, España, Patria y Renacimiento. Con quince años funda su propia revista llamada "El Mosquito".
En 1919 pasa a ser redactor literario en el diario El Telégrafo, el de mayor circulación del país, allí prepara la sección "Los jueves literarios" y también su columna "Al pasar" bajo el pseudónimo Jean d'Agrève, nombre perteneciente al de una novela del Vizconde de Vogue (Niza, 1848-París, 1910), escritor que logró fama con esa obra, publicada en 1898. Para esa época Medardo Ángel Silva ya tenía experiencia suficiente como redactor literario, director encargado de revistas literarias, cronista; preparaba además la publicación de dos libros, uno con poemas y otro con ensayos.
Dos días después de cumplir los 21 años, el 10 de junio de 1919, el ya reconocido poeta toma la decisión fatal de acabar con su vida. Según las noticias de la época, va a visitar a la que en ese entonces era su ex-enamorada Rosa Amada Villegas y en su presencia se quita la vida. De lo acontecido aquella noche sabemos poco y es por eso que en el imaginario popular se han creado varias hipótesis sustentadas por aquel poema que el escritor dedicara a su amada y que se mantiene aún en la memoria del pueblo convertido en pasillo "El alma en los labios".
En Guayaquil
Medardo Ángel Silva fue un importante cronista. Sobre todo de la noche guayaquileña, que describe en crónicas que publicó entre 1917 y 1919 en las revistas Ilustración, Patria y diario El Telégrafo. Al igual que periodistas y escritores de entonces, Silva firmaba sus crónicas con seudónimo. El de él era Jean d’Agreve.
En las crónicas La ciudad nocturna -diario El Telégrafo, abril de 1919- retrata al Guayaquil bohemio y marginal. Es cuando Silva confiesa que su vida recién comienza a medianoche:
Horas del prostíbulo y del garito colmado de carne lacerada y almas feas; horas del puñal asesino y la serenata... Medardo Ángel Silva
Casas sucias y estrechas, escenario de La tristeza del burdel, donde describe con realismo a las prostitutas de la calle Machala:
Esas hembras ignorantes, de mejillas chupadas en que el colorete pone la ironía de una rosa en los pómulos de una calavera: y sus cuerpos flácidos que magulló el vicio; y los cabellos apelmazados por las grasas olorosas; y los vestidos de colores chillones y elegancia cursi, provocativas y canallas, exhalando un tufo a olores baratos... Medardo Ángel Silva
En la actualidad pervive ese ambiente callejero de mujeres de sexo tarifado bajo portales de las casas de citas. Silva también describe escenarios donde se afincaba el vicio en Fumadero de opio. Esos antros estaban ubicados en Escobedo, la calle maldita de esa época:
Sobre las esteras, poco a poco se van percibiendo los cuerpos tendidos. Hay hasta nueve fumadores. El olor del veneno satura la pieza. Medardo Ángel Silva
Fernando Checa Montúfar, autor de El Extra: las marcas de la infamia. Aproximaciones de la prensa sensacionalista, opina que en estas crónicas de Medardo Ángel Silva aparece “ese lado grotesco y abyecto de la ciudad, el lado del vicio y de las bajas pasiones”. Obviamente en otras resalta la cara más visible de Guayaquil y su gente: el heladero ambulante, el parque Bolívar –Seminario–, donde añora a su primera novia, la que le escribía cartas de amor copiabas de El secretario de los amantes. Silva, casi todas las noches, frecuentaba el parque. Se reunía con un grupo de bohemios, según Raúl Chávez González en El Universo (Guayaquil) del 6 de noviembre de 1950.
Es imposible olvidar al poeta que se enamoró de Rosa Amada Villegas, de 14 años, que vivía en El Morro 704 entre Bolívar y Quisquís (Rumichaca entre V.M. Rendón y Quisquís).
Pero Silva tuvo otro amor: Ángela Carrión Vallejo, muchacha a quien su madre, Mariana Rodas, acogió a pedido de unas monjas. Viviendo bajo el mismo techo –en 1919– nació María Mercedes Silva Carrión, única hija del vate, quien murió el 9 de agosto de 1981.
La trágica muerte del poeta, en cambio, ocurrió el 10 de junio de 1919, dos días después de cumplir 21 años. Ese día fatal, por la tarde, vistió traje negro, zapatos de charol, bastón, corbata de seda negra y fue a casa de su Rosa Amada Villegas. Allí se suicidó de un disparo en la cabeza.
En el parque San Agustín, cerca al sitio de su muerte, está el monumento en su memoria. En el Cementerio General –ingresando por la puerta dos–, Silva duerme en su tumba que luce olvidada, acompañado de restos mortales de su madre.5
Nadie olvida El alma en los labios, que según la leyenda escribió a pocos días de suicidarse, a mano y con tinta roja. Los versos que dedicó a Rosa Amada Villegas son cantados como pasillo.
- OBRA LITERARIA :
Escribió bajo los seudónimos de "Jean D'Agreve" y "Oscar René", que adoptó en 1915. De sus obras solamente fueron publicadas María Jesús y El árbol del bien y del mal, el resto quedaron inéditas.
Sus obras más importantes y conocidas son:
- El árbol del bien y del mal (poesías, 1918)
- María Jesús (novela, 1919)
- La máscara irónica (ensayos)
- Trompetas de oro (poesías)
- POEMA:
Se va con algo mío
Se va con algo mío la tarde que se aleja;
mi dolor de vivir es un dolor de amar;
y al son de la garúa, en la antigua calleja,
me invade un infinito deseo de llorar.
Que son cosas de niño, me dices; quién me diera
tener una perenne inconsciencia infantil;
ser del reino del día y de la primavera,
del ruiseñor que canta y del alba de Abril.
¡Ah, ser pueril, ser puro, ser canoro, ser suave;
- trino, perfume o canto, crepúsculo o aurora
- como la flor que aroma la vida y no lo sabe,
como el astro que alumbra las noches y lo ignora!
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